La colaboración
Los niños no son frágiles. Son perfectamente capaces de afrontar declaraciones como : “Ahora estoy de mal humor, no es el momento para ver tu redacción. Luego, cuando se me pase estaré contigo”.
A veces nos enfadamos con nosotros mismos porque en ocasiones no tenemos suficiente paciencia con ellos. Hay que dejar que los niños vean los sentimientos de los adultos y que los comprendan.
La experiencia nos ha confirmado muchas veces que los niños cuyos sentimientos son respetados tienen más tendencia a respetar a su vez lo de los adultos. Y si alguien dice: ¡A quién le importa? Si eso sucede alguna vez, no hay que dudar en puntualizar: ¡A mí. Me importa mucho lo que siento. Y también me importa lo que sientes tú. Confío en que este lugar sea un espacio donde todos nos preocupemos por los sentimientos del otro!
Pero es también importante tener en cuenta el tipo de palabras o expresiones que usamos con ellos. Hay niños que son muy sensibles y podemos herirles. Tenerlo en cuenta!!
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